Como ya estoy trasladado a mi nueva casa, no podía faltar una fiesta de inauguración para celebrarlo, así que decidí hacerlo como Dios manda: preparando una comilona española e invitando a los amigos. También quería haber invitado a los vecinos (les darían varias vueltas los ojos al ver todos los productos españoles que tenía), pero como eramos ya bastantes en mi casa, decidí esperar a otra ocasión para confraternizar con ellos (si, incluso con «LA VECINA«). En el menú había como plato principal una paella (gracias a mi mismo que…