El día de la Reina
Este fin de semana acudí a la celebración nacional holandesa del «Día de la Reina«, en la cual se conmemora el día del cumpleaños del monarca de Holanda. Esta celebración tuvo lugar por primera vez el 31 de agosto de 1885, coincidiendo con el nacimiento de la princesa Guillermina, y continuó su celebración año tras año, aunque una vez que fue coronada reina, comenzó a conocerse como el Día de la Reina. Posteriormente, cuando Juliana (hija de Guillermina) fue coronada, se cambió al 30 de Abril, día del cumpleaños de Juliana. Aunque Juliana fue sucedida en el trono por su hija Beatrix, por decisión de la nueva monarca, la fecha se mantuvo en detrimento de su propio cumpleaños, como homenaje a su madre. Por último, en 2014, se cambió esta festividad al día 27 de abril para coincidir con el cumpleaños del monarca actual, el Rey Guillermo Alejandro y por tanto ha pasado de conocerse como el «Día de la Reina» a denominarse «Día del Rey».
Aunque como he dicho, el día oficial es el 27 de Abril, las celebraciones este año empezaron un par de días antes, coincidiendo con el fin de semana, pero cuyo punto álgido fue el sábado 26 de Abril y cuyo máximo exponente se encuentra en Amsterdam. En este día, la gente acude en masa a la capital, ataviados con algo naranja (color oficial) montándose un estupendo carnaval en la calle. Los tranvías están cortados y casi en cada esquina se pueden encontrar escenarios con música en directo o con algún pinchadiscos haciendo de las suyas. La marea naranja se extiende por toda la ciudad y el ambiente festivo es realmente digno de verse. También pueden encontrarse multitud de mercados callejeros donde la gente vende toda clase de artículos de segunda mano, ya que este es el único día en el cual está permitido hacerlo sin permiso de las autoridades.
Si vivís cerca de Amsterdam, no dudéis en acercaros a esta ciudad coincidiendo con esta festividad, disfrutaréis de un ambiente que no encontrareis ningún otro día del año; eso si, no olvidéis llevar algo naranja para no sentiros unos bichos raros (y que no os miren como a tales).