Ayer tuvo lugar una de las mayores tormentas que se recuerdan en esta zona, que provocó numerosos destrozos y por desgracia también 6 muertos (como mínimo). La zona afectada fue desde Essen hasta Köln, con Düsseldorf y Krefeld en su camino, desplegando vientos de más de 150 km por hora que provocaron que se cerrara el tráfico aéreo y ferroviario.

Hoy sufrimos sus consecuencias, ya que el mobiliario urbano ha sufrido innumerables daños (en especial los árboles que se encuentran por doquier en cualquier ciudad de esta zona): farolas caídas, coches aplastados por árboles, multitud de ramas y troncos en las vías del tren y autopistas, etc.

Todos estos destrozos han provocado el corte de buena parte del tráfico rodado y ferroviario aunque lo peor obviamente han sido las víctimas mortales que hasta ahora se han contabilizado: tres en Düsseldorf al caer un árbol sobre un cobertizo de jardín en el que se habían refugiado (en este mismo incidente hubo tres heridos más, dos ellos en estado grave), una en Krefeld al ser electrocutado por una línea de alta tensión mientras circulaba con su bicicleta, una en Köln al caerle un árbol mientras circulaba también con su bicicleta, y por último, otra persona en Essen mientras trabajaba en labores de desescombro de una carretera.

Curiosamente, durante todo el día de ayer hizo un tiempo fantástico, con temperaturas muy altas, para dar paso finalmente a la tormenta/huracán, que se desató a partir de las 9 de la noche. Durante el temporal se registraron más de 5.000 intervenciones por parte de la policía y bomberos, aunque este número subirá significativamente ya que aun quedan muchas calles, carreteras y vías de tren cortadas por culpa de escombros y árboles caídos. En algunas ciudades la policía incluso llegó a pedir ayuda a los ciudadanos para quitar ramas y árboles de las carreteras y calles.

Este desastre meteorológico ha sido el peor desde que el huracán Kyrill azotara Alemania en el 2007, provocando otros 6 muertos.