La visita a Kerken

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Como al llegar a un nuevo lugar es buena costumbre reconocer el terreno, hace unos días hice la obligada visita a Kerken, donde se encuentra mi casa. En concreto, este pueblo pertenece al distrito de Kleve (en España sería algo así como la provincia) y por lo tanto, a la región de Nordrhein-Westfalen (lo que en España sería una comunidad autónoma).

Es un pueblo muy pequeño, apenas llega a los 13 mil habitantes, situado a unos 24 km de Krefeld y 38 Km de Düseldorf. Como la mayor parte de los pueblos de la zona, se encuentra cuidado en extremo, plagado de «verde» como todo aquí en Alemania y se respira tranquilidad vayas por donde vayas, de hecho, se respira demasiada tranquilidad, ya que si pretendes encontrar algún negocio abierto a partir de las 18:00 va a ser bastante complicado que lo hagas. Si a pesar de ello queréis hospedaros en un hotel perteneciente a este pueblo, tenéis un candidato perfecto (más que nada porque es el único que tiene) en el hotel Landgasthaus Hotel Wolters.

En el centro del pueblo se encuentra situada una zona peatonal en la cual podemos encontrar los edificios administrativos del lugar, la oficina de policía, el Rathaus (ayuntamiento), un par de oficinas bancarias y la Parroquia Católica de San Dionisio. Muy cerca de este punto se encuentra un estupendo parque donde poder relajarse.

Así que tras un paseo de no más de 1 hora por el lugar y tras tomar unas cuantas fotos, volví a casa con la satisfacción del deber cumplido.